No te dejes eclipsar por el primer brillo que
resalte ante tus ojos. Como dice el refrán “No es oro todo lo que reluce”.
Muchas veces sería mejor tener unas gafas de
sol, para que ese falso brillo no te deslumbrara y tu vida erraras.
Y si por casualidad del destino te has
equivocado, a la más mínima sal corriendo y no dejes que el mal en tu casa se
aposente.
Alejandro
Maginot.