¿Quién no sufrió alguna vez la tesitura de
seguir los pasos que le marcaba una sociedad con la que no estaba de acuerdo?
¿Quién desorientado fue cobarde y no supo
tomar las riendas de su vida?
Qué difícil es liberarse de unas cadenas
impuestas moralmente, que ineficaz es dejarse subyugar y no actuar como el
sentimiento te lo mande.
Libérate y no te importe la gente… actúa como
lo dicte los latidos de tu corazón.
Alejandro
Maginot.